En mi opinión no es trivial, es necesario; diariamente tenemos actividades que nos dejan un aprendizaje, y que podemos utilizar a medida que se nos presenten situaciones similares, como docentes debemos buscar la manera de dejar un conocimiento en el alumno, en ocasiones es tanta la presión que tenemos por terminar los contenidos del programa que nos olvidamos del verdadero propósito, no se trata de llenarles el cuaderno de conceptos, los alumnos además necesitan saber cómo les es útil dicha información, como la van a poner en practica y de qué forma va transformando sus vidas.
Es muy importante no caer en trivialidades, ya que de ello depende que nuestros estudiantes se desarrollen de una manera integral, no debemos concentrarnos en revisar las respuestas de un exámen o de otros instrumentos de evaluación, sino también darnos el tiempo para observar e identificar conductas, actitudes, valores y habilidades en el desempeño del alumno en clase, la participación y los productos que obtiene.
En ese sentido, se debe tener en cuenta que el proceso educativo-formativo de las personas va mas alla de un saber – hacer, el alumno una vez que adquiere el interés, busca convertirse en una persona competente, para poder en un futuro, cumplir con sus obligaciones, llenar sus expectativas de vida y desarrollarse profesionalmente.
Por ello es necesario realizar un diagnostico socieducativo para realizar una planeación que vaya de acuerdo con las intenciones del alumno y asi “facilitar” su transformación en el entorno en que vive.
Entonces medir el aprendizaje con simples preguntas no nos puede ofrecer un panorama completo de los conocimientos, habilidades, virtudes, valores y actitudes de un alumno; por lo tanto considero que debe también incluirse la reflexión sobre el contexto que lo rodea para conjuntar los resultados y llegar a emitir un juicio fundamentado en la realidad de cada alumno sobre su aprendizaje asimilado, expresado y construído.
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